El hombre de sombrero de hierro

El hombre de sombrero de hierro es un ser mítico del folclore gallego portugués. Es un mal de las leyendas del Algarve. Aparece en la medianoche, en cuanto que el gallo cante, el borde de la carretera, bajo los olivos, higueras y las fuentes. Pasea hasta el martes por la noche a veces acompañado de un cerdo negro que gruñe de momento a momento, excepto si un gran ciervo cuya armadura toca las torres de cúpula o un gallo negro como la noche de los truenos. Todos estos animales que acompañan el hombre del sombrero de hierro, cada noche que estaba destinado a ser el diablo y que tenga muchas formas.

Esta entidad mítica tiene el poder para desafiar la tormenta, para detener la radio y devastar el mundo, si el gallo, un cerdo o un ciervo lo inquietan. Además, para vengarse de los hombres que odian, roban y matan. Trae un gran sombrero en la cabeza de hierro puro muy pesado que nunca se le despega de su cabeza. De "una figura colosal, tiene una boca ancha como la de un monstruo, vertiendo llamas cuando se llena de ira, y su color es de bronce. Sin embargo huye al avistar la vieja yegua blanca la cual teme como el diablo a la cruz.

Siempre que sabe de alguien que ha cometido un robo, matado a alguien se le ve merodear la zona en busca del que cometió el crimen y cuando lo encuentra lo descuartiza sin piedad. A pesar de esto, no es un justiciero ni mucho menos, porque cuando tiene hambre se puede comer las mascotas de los niños y si esta de mal humor puede llegar a atacar sin haber nadie cometido una falta grave.

Se cuenta que en una ocasión trató de matar a una prostituta de O Porto porque no pudo tener una erecció , pero al saber las personas del barrio quien era prendieron hogueras para quemarlo, lo que hizo que huyera y se perdiera en la sombra de la oscuridad.