
El objeto de su estudio ha sido un cráneo humano que pertenecía a la cultura Dawenko, proveniente de unas importantes excavaciones realizadas en China en 1995. El cráneo presentaba un pequeño orificio en su parte superior, lo que intrigo a los arqueólogos. Tras un exhaustivo análisis, los cirujanos que han participado en la investigación descubrieron que alrededor de la incisión existían restos de nuevos tejidos, reparados de forma natural, lo que demuestra que la operación resulto satisfactoria y que el paciente vivió varios años más. El doctor Han Kanxin, de la Academia China de Ciencias Sociales, cree que esta intervención es la más antigua en el área del Pacifico y sudeste de Asia.
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